Evaluación, Agrotecnia y Manejo para la Producción Animal de Árboles Forrajeros en Cuba


Jesús M. Iglesias, Ismael Hernández y Odalys Toral
Estación Experimental de Pastos y Forrajes "Indio Hatuey" ,Central Espana Republicana. CP 44280.Matanzas. Cuba.
E- mail: ihatuey@atenas.inf.cu

La crisis económica que atraviesa Cuba en la actualidad, unido a la toma de conciencia de investigadores y productores, acerca de la importancia del cuidado de la naturaleza y la necesidad de una agricultura sostenible a largo plazo, motivaron el fomento y utilización de los árboles forrajeros principalmente leguminosas como una alternativa para el mantenimiento e incremento sostenido de la producción animal. Dada la alta diversidad de árboles y arbustos forrajeros, existe una necesidad urgente de estudiar y recomendar las especies mas promisorias para diferentes condiciones agroecológicas. El objetivo de este trabajo es hacer un análisis de las investigaciones desarrolladas en la EEPF "Indio Hatuey", encaminada a la introducción y evaluación de árboles con interés forrajero, su manejo agrotécnico, incluyendo la producción de semillas y las diferentes variantes de manejo experimentadas para la producción de carne y leche bovina.

Introducción y evaluación de variedades y especies de plantas arbóreas
Desde los inicios de la década de los 80 comenzó la introducción y evaluación de diferentes especies arbóreas ya conocidas internacionalmente, como Leucaena leucocephala, cvs. Cunningham, Perú, Ipil-Ipil y CNIA-250 y la Albizia lebbeck. Todas corroboraron su potenciabilidad forrajero, destacandose por su alto contenido proteico (22-28 % de PB) y buenos rendimientos (9-12 t de Materia Seca/ha/año). En los últimos años se ha ampliado el espectro evaluativo a 109 accesiones introducidas de Leucaena (90 de L. leucocephala, 8 de L. macrophylla, 5 de L. diversifolia, 2 de L. lanceolata, 2 de L. shanonni, 1 de L. pulvuzulenta y 1 de L. greugyii), donde se encontró que se comportaron como árboles promisorios (forraje, leña y sombra) las accesiones de L. leucocephala CIAT-17498 y la 18433 y la macrophylla CIAT-17238 (Menéndez, 1994). Paralelamente al estudio de accesiones, continua la introducción de recursos forrajeros arbóreos a partir de prospecciones realizadas a diferentes ecosistemas relevantes del país. Como resultado de esto se fomentó un arboreto con 67 especies arbóreas de interés para la ganadería que lleva más de 5 años en evaluación. Las especies más relevantes son: 6 ecotipos de L. leucocephala, la Gliricidia sepium, Albizia procera, Bauhinia purpurea y Albizia lebbeck (tabla 1).

Tabla 1.
Principales géneros y especies leñosas estudiadas.
Género
Especies
Accesiones
Leucaena
leucocephala
13
macrophylla
3
Bauhinia
purpurea
1
variegata
1
candicans
1
malabarica
1
Albizia
kalkora
1
lebbeck
1
procera
1
berteriana
1
saman
1
Erythrina
indica
1
berteroana
1
variegata
1
Cassia
fistula
1
arcoiris
1
grandis
1
Enterolobium
cyclocarpum
1
contortosiliquum
1
Gliricidia
sepium
4 ecotipos
Morus
sp.
1
alba
6

Estudios agrotécnicos y de producción de semillas
En este sentido se ha determinado como momento óptimo para la siembra de Leucaena los meses de mayo-Junio, coincidentes con el inicio de las lluvias (Corbea, 1992), sin embargo en especies como Gliricidia sepium, Bauhinia sp. y Albizia lebbeck este período puede prolongarse hasta agosto. La distancia entre hileras está muy relacionado con el tipo de explotación, así para bancos de proteína se recomienda entre 60-80 cm si se va a cortar el forraje y hasta 3 m entre hileras para pastoreo. En el caso de asociaciones, los estudios demostraron un rango entre 4 y 6 m entre hileras.
Numerosos experimentos se han llevado para dilucidar la densidad de plantas óptimas/ha, para bancos de proteína para pastoreo las densidades fluctúan entre 10-40000 plantas/ha y para las asociaciones se logran buenos resultados por planta por animal con rangos entre 700-2500 arboles/ha.
Se desarrollaron estudios para determinar el efecto de la poda inicial en primavera en la producción de forraje de L. leucocephala en el período seco (Hernández , 1996), obteniéndose buenos resultados con la poda de diciembre (1-03 kg de MS/ha de hojas en marzo y 1,04 en abril).
Al evaluarse el efecto de tres alturas de poda (40, 100 y 150 cm) sobre la producción de forraje de L. leucocephala y A. lebbeck, en ambos árboles se obtuvo la mayor producción a 150 cm (6750 y 5300 kg de MS/ha/dos cortes) (Francisco et al, 1996 a; 1996 b). La poda escalonada de L. leucocephala y Albizia lebbeck en condiciones de pastoreo durante los meses de sequía (marzo-abril) propició ofertas de forraje para el ganado de ceba de 0,163 kg de MS/animal/día en asociaciones y 0,209 kg en bancos de proteína (Iglesias, 1996).
El efecto de la distancia entre árboles en la producción de semilla de A. lebbeck (1,2,3,4 m entre plantas y 4 m entre hileras) se estudió durante tres años (Matías y Ruz, 1996), obteniéndose los mejores valores para el primer año en la densidad de 4 m2/planta (12448 kg7ha), sin embargo, luego del tercer año se logró una estabilización del rendimiento, siendo la densidad de 4x4 m (583 plantas/ha), la mejor con 977 kg/ha. Con respecto al estudio de los métodos de escarificación de las semillas de arbóreas, el tratamiento con agua caliente a 800 C durante dos minutos, resultó el más efectivo para la mayoría de las plantas (Toral, 1997).

Manejo para la producción de leche y carne
Durante más de 15 años se han venido desarrollando investigaciones en este sentido, con la óptica, primero del banco de proteína y luego con énfasis en las asociaciones en toda el área.
El primer tipo de sistema logró producciones entre 5-7 y 10,1 kg de leche/vaca/día, con diferentes tipos de pastos y la L. leucocephala como árbol base, mientras que en la cría de hembras para el reemplazo se obtuvieron animales con una edad promedio a la incorporación de 25-26 meses y un peso de 290-295 kg (tabla 2). En producción de carne se obtuvieron pesos al sacrificio de 450-460 kg en 28-30 meses y ganancias acumuladas entre 450 y 530 g/animal/diarios.

Tabla 2.
Sistemas de producción de leche con banco de proteína.
Sistema
Carga
(vacas/ha)
Fertilización nitrogenada
(kg de N/ha/año)
Producción de leche
(kg/vaca/día)
Fuente
Guinea cv. Likoni + leucaena
2,5
120
10,1a
Milera y col. (1994)
Guinea cv. Likoni + leucaena + glycine
2,5
80
9,3b
Lamela y col. (1994)
Pasto estrella + leucaena
2,0
0
5,7
Lamela y col. (1996)
Guinea cv. Likoni + leucaena
2,0
0
6,7
Lamela y col. (1996)
a Suplementación concentrada 0,45 kg/vaca/día a partir del 5to. Litro
b Suplementación concentrada 0,45 kg/vaca/día a partir del 7mo. Litro
En todos los sistemas se ofertaron alimentos voluminosos


Con respecto a las asociaciones se hizo hincapié en la ceba de toros, con resultados de ganancias promedios de 623-715 g/animal/día (Iglesias, 1996 y Hernández et al, 1986, 1987), abriendo el espectro al engorde de razas lecheras con pesos al sacrificio de 350-380 kg y 28-29 meses de edad. La multiasociación de pastos y árboles (Hernández et al, 1995) obtuvo producciones de leche que oscilan entre 8,1 y 8,9 kg/vaca/dían(tabla 3). Estos sistemas permiten pesos de incorporación de la hembra de 285-310 kg, con edades entre 20 y 27 meses (fig.1).


Tabla 3.
Comportamiento de animales Cebú en sistemas asociados en toda el área sin fertilizante.
Sistemaa
Raza
Ganancia bruta
Ganancia promedio
Fuente


(kg)
kg/animal/día
kg/ha/año

Leucaena + guinea
Cebú
197,1
0,788b
862,8
Hernández y col. (1998)
Bauhinia + guinea
Cebú
189,1
0,757b
828,9
Albizia + guinea
Cebú
182,2
0,729b
798,3
Guinea sola
Cebú
135,3
0,541
592,4
L. leucocephala + gramíneas
Cebú
362,2
0,661c
723,8
Iglesias y col. (1998)
F1(H x C)
256,3
0,468c
512,5
Siboney
240,0
0,438c
479,6
a La carga empleada fue de 3 animales/ha
b Densidad de 700-800 árboles/ha
c Densidad de 555 árboles/ha
Se concluye que la introducción de los árboles a los sistemas ganaderos es una premisa para el futuro desarrollo de la actividad y un enfoque válido en la estrategia de producir y conservar, ya que las ganancias que se obtienen en términos de producción de leche y carne están avaladas además por una política de cuidado del entorno y la utilización de bajos insumos. Se hace necesario continuar el estudio de nuevas variedades y especies de interés forrajero con el empleo de otras especies de animales.

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